Los Elementos de la Naturaleza
En el mundo pagano y del ocultismo los Elementos de la Naturaleza siempre han sido de vital importancia. Ellos representan la energía vital y a su vez se corresponden con las distintas facetas del ser humano o de su conciencia.
En Wicca los elementos se "llaman" como guardianes y protectores del círculo sagrado al igual que en otras tradiciones, se los puede personificar a través de diferentes seres míticos y se los asocia también a los puntos cardinales e incluso a los signos del zodíaco.
Desde lo terapéutico se puede trabajar con cada uno de ellos para sanar o comprender distintos aspectos de nosotros mismos.
En Wicca los elementos se "llaman" como guardianes y protectores del círculo sagrado al igual que en otras tradiciones, se los puede personificar a través de diferentes seres míticos y se los asocia también a los puntos cardinales e incluso a los signos del zodíaco.
Desde lo terapéutico se puede trabajar con cada uno de ellos para sanar o comprender distintos aspectos de nosotros mismos.
Todos nosotros vivimos rodeados de Naturaleza, aún quienes vivimos en plena ciudad, en un apartamento. Muchas veces nos centramos en que estamos rodeados de cemento para justificar la falta de conexión con la naturaleza, siendo que simplemente es imposible disociarse de ella. La verdadera conexión comienza en la conciencia de sentirse parte... y para comenzar a sentirse parte basta con respirar profundo el aire circundante, contemplar una hoja o perderse mirando un cielo nublado. No hace falta construir un santuario en el bosque para honrar a Gaia o para sentir el influjo de las fuerzas de los elementos. A diario utilizamos el fuego para cocinar o calentar agua, utilizamos el agua para cocinar, para bañarnos, para beber, para humedecer la tierra, utilizamos la tierra para cultivar, caminamos sobre ella, a veces cubierta por asfalto, a veces la tierra pura bajo los pies, y el aire que respiramos nos es tan corriente que no notamos su presencia salvo en su ausencia, o cuando nos trae algún aroma lo suficientemente intenso como para que nos detengamos a percibirlo, entonces, la conclusión es que no estamos tan desconectados como creíamos sino que no le estamos prestando atención a nuestra realidad cotidiana.
Pero los elementos de la naturaleza no solamente nos rodean, ni son entidades externas a nosotros (aunque si pueden manifestarse de esa forma) sino que son parte de nosotros... nos constituyen, tanto que hasta hemos creado analogías para expresar ciertas características de ciertas manifestaciones como "el fuego de la pasión" o "desbordarse de emociones" e incluso hablamos de "aire fresco" cuando nos encontramos ante una idea creativa.
Los espíritus de la Naturaleza han sido objeto de estudio por parte de diversas filosofías y las teorías respecto a ellos varía en función de eso. La tradición esotérica, por ejemplo, considera que los elementales son seres que representan 4 energías, que según esta teoría son las que forman el planeta. Cada una de estas energías tiene su grupo de elementales, los herméticos tradicionales los situaban en el infraastral, o zona intermedia entre el etérico y el denso de tierra. Tanto las religiones panteístas, que consideran que todo está animado por un alma, como los chamanes de diferentes regiones, han bautizado a los elementales como los espíritus de la naturaleza, y los invocan bajo el nombre del espíritu del agua, de fuego del aire de la tierra.
Según el pensamiento mágico, todas las cosas han sido formadas a partir de estos cuatro elementos y la comprensión de ellos resulta de gran ayuda a la hora de realizar tus rituales, crear tu altar, entender las correspondencias y trabajar con cada una de esas energías.
Aire
El Aire es esencial para la vida terrestre; es intangible y transparente. Es lo que nos permite respirar y es lo que traslada el sonido cuando hablamos, cantamos o hacemos música. El aire se manifiesta a través de una suave brisa que mueve apenas las hojas en verano o un fuerte viento que no nos deja avanzar en medio del temporal. El Aire representa el pensamiento, la comunicación y la inspiración.
La energía del Elemento Aire se utiliza en rituales que tengan que ver con el intelecto, pensamiento, libertad, viajes, encontrar cosas perdidas, revelar la verdad, traslados y desarrollo de habilidades psíquicas como la clarividencia.
La energía del Elemento Aire se utiliza en rituales que tengan que ver con el intelecto, pensamiento, libertad, viajes, encontrar cosas perdidas, revelar la verdad, traslados y desarrollo de habilidades psíquicas como la clarividencia.
Tierra
La Tierra es la que nos soporta, la que físicamente nos contiene, es la estructura sobre la que es posible la vida, es sobre la que nos paramos, caminamos, existimos, es nuestro hogar. Es material, es tangible, es resistente; es el reino de la abundancia, prosperidad y riqueza.
La energía del Elemento Tierra se utiliza en rituales que involucran negocios, dinero, empleo, prosperidad en todas sus formas, estabilidad, fertilidad, hogar, familia.
Agua
El agua ocupa las tres cuartas partes del planeta Tierra y forma parte de los seres vivos. Es incolora pero refleja su entorno y los colores de éste, es tangible pero no tiene forma propia, se adapta a la forma que la contiene; su paso no se detiene, es constante e implacable. Es el reino de las emociones, la sensibilidad, la sanación, la belleza.
La energía del Elemento Agua se utiliza en rituales orientados a la purificación, la sanación emocional, las relaciones entre las personas, el amor en sus diversas formas, el placer, la sensualidad, la felicidad, los sueños proféticos, y el desarrollo de habilidades psíquicas como la adivinación.
Fuego
El fuego es el resultado de una violenta reacción química, es un conjunto de moléculas incandescentes de materia combustible capaces de emitir luz visible (llamas). El fuego es impredecible, agresivo, dinámico, incontrolable; destructivo como creativo, tan violento como amable en una noche de frío. El fuego representa el cambio, la transformación, la chispa de vida que da origen a las cosas.
La energía del Elemento Fuego se utiliza en rituales que trabajan sobre las pasiones, la autoridad, la sexualidad, la purificación, la renovación, el aprendizaje, la destrucción, la voluntad, la sanación.