El Sahumado consiste en crear humo a partir de hierbas con diferentes propósitos.
Desde la antigüedad se utilizó la quema de hierbas y resinas para purificar y consagrar los espacios sagrados, para limpiezas energéticas, para armonizaciones, para promover ciertos estados, etc.
Tradicionalmente hay dos formas de realizar el sahumado: una es a través de varillas a las que se atan las hierbas secas o manojos de hierbas atados que luego se encienden y la otra es esparcir la hierba seca o la resina sobre carbön vegetal en algún recipiente resistente al calor.
Si así lo deseamos podemos preparar nuestros "ataditos" de hierbas. Esto lo haremos con las hierbas frescas. Reuniremos varias ramitas con hojas y/o flores , o inclusive solamente las hojas (depende de la planta), las apretamos una contra otra y las enrollamos. Las apretamos lo más posible y las atamos con un hilo de coser, teniendo en cuenta que al secarse van a perder volúmen, y no queremos que se nos desarme el manojo. Se dejan secar en un plato llano o en un canastito de madera o mimbre al sol durante una semana o se puede acelerar al lado de una estufa o cerca del horno (si por alguna razón no podemos secar al sol).
A eso después se le da fuego directo y se ahoga la llama sacudiéndolo un poco.
Es importante planificar el sahumado, esto es, establecer claramente el objetivo del mismo.
A la hora de elegir las hierbas, es recomendable utilizar aquellas que nos rodean, si son cultivadas por nosotros mejor, ya que las plantas establecen una especie de conexión con aquellos que están a su alrededor, por lo cual harán más efectivo el sahumado.
A los terapeutas o cualquier persona que trabaje manipulando o canalizando algún tipo de energía se recomienda el sahumado tanto de las herramientas que use como a sí mismo y del entorno.
Se recomienda sahumar el espacio sagrado tanto antes de realizar el trabajo mágico como al finalizar el mismo. Al principio para preparar el espacio y al final para eliminar cualquier residuo energético que pudiese haber quedado.
He visto que en algunas ceremonias de tipo chamánico, la persona se "limpia" con el humo pasando el cuerpo por el humo incluyendo los pies, luego hace el ademán de tomar el humo con la mano, con un movimiento envolvente del brazo y pasar esa misma mano, en un ademán similar por encima de la cabeza y hacia el centro del pecho.
Técnica del sahumado:
1. Preparar los elementos a utilizar (hierbas, carbones, etc.)
2. Meditar sobre el propósito del sahumado. Establecer los objetivos digamos.
3. Encender el carbón, colocar las hierbas o resinas cuando deje de chispear.
4. Ofrecer el humo a la deidad masculina y agradecer lo que se recibe y pedir inspiración (en las tradiciones chamanicas americanas, se dirige un@ al Padre Cielo)
5. Ofrecer el humo a la deidad femenina (Madre Tierra) y agradecer lo que se recibe. Pedir por la intención. Invocar su protección.
6. Ofrecer el humo a las 4 direcciones (a los atalayas, guardianes o como prefieras llamarlos, respetando los puntos cardinales)
7. Pasar el humo por el cuerpo ya sea con la mano o con un abanico de plumas. Otra forma es interceptar el camino del humo con diferentes partes del cuerpo. Recomiendo hacerlo desde los pies hacia arriba...
8. Pasar el humo por los objetos (herramientas) y por el espacio sagrado que vamos a utilizar.
9. Al finalizar enterrar en la tierra los restos del sahumado. Ella transformará cualquier rastro de energía negativa.
10. Agradecer la generosidad a las deidades y/o al Espíritu de la Tierra por la bendición del Sahumado.
Desde la antigüedad se utilizó la quema de hierbas y resinas para purificar y consagrar los espacios sagrados, para limpiezas energéticas, para armonizaciones, para promover ciertos estados, etc.
Tradicionalmente hay dos formas de realizar el sahumado: una es a través de varillas a las que se atan las hierbas secas o manojos de hierbas atados que luego se encienden y la otra es esparcir la hierba seca o la resina sobre carbön vegetal en algún recipiente resistente al calor.
Si así lo deseamos podemos preparar nuestros "ataditos" de hierbas. Esto lo haremos con las hierbas frescas. Reuniremos varias ramitas con hojas y/o flores , o inclusive solamente las hojas (depende de la planta), las apretamos una contra otra y las enrollamos. Las apretamos lo más posible y las atamos con un hilo de coser, teniendo en cuenta que al secarse van a perder volúmen, y no queremos que se nos desarme el manojo. Se dejan secar en un plato llano o en un canastito de madera o mimbre al sol durante una semana o se puede acelerar al lado de una estufa o cerca del horno (si por alguna razón no podemos secar al sol).
A eso después se le da fuego directo y se ahoga la llama sacudiéndolo un poco.
Es importante planificar el sahumado, esto es, establecer claramente el objetivo del mismo.
A la hora de elegir las hierbas, es recomendable utilizar aquellas que nos rodean, si son cultivadas por nosotros mejor, ya que las plantas establecen una especie de conexión con aquellos que están a su alrededor, por lo cual harán más efectivo el sahumado.
A los terapeutas o cualquier persona que trabaje manipulando o canalizando algún tipo de energía se recomienda el sahumado tanto de las herramientas que use como a sí mismo y del entorno.
Se recomienda sahumar el espacio sagrado tanto antes de realizar el trabajo mágico como al finalizar el mismo. Al principio para preparar el espacio y al final para eliminar cualquier residuo energético que pudiese haber quedado.
He visto que en algunas ceremonias de tipo chamánico, la persona se "limpia" con el humo pasando el cuerpo por el humo incluyendo los pies, luego hace el ademán de tomar el humo con la mano, con un movimiento envolvente del brazo y pasar esa misma mano, en un ademán similar por encima de la cabeza y hacia el centro del pecho.
Técnica del sahumado:
1. Preparar los elementos a utilizar (hierbas, carbones, etc.)
2. Meditar sobre el propósito del sahumado. Establecer los objetivos digamos.
3. Encender el carbón, colocar las hierbas o resinas cuando deje de chispear.
4. Ofrecer el humo a la deidad masculina y agradecer lo que se recibe y pedir inspiración (en las tradiciones chamanicas americanas, se dirige un@ al Padre Cielo)
5. Ofrecer el humo a la deidad femenina (Madre Tierra) y agradecer lo que se recibe. Pedir por la intención. Invocar su protección.
6. Ofrecer el humo a las 4 direcciones (a los atalayas, guardianes o como prefieras llamarlos, respetando los puntos cardinales)
7. Pasar el humo por el cuerpo ya sea con la mano o con un abanico de plumas. Otra forma es interceptar el camino del humo con diferentes partes del cuerpo. Recomiendo hacerlo desde los pies hacia arriba...
8. Pasar el humo por los objetos (herramientas) y por el espacio sagrado que vamos a utilizar.
9. Al finalizar enterrar en la tierra los restos del sahumado. Ella transformará cualquier rastro de energía negativa.
10. Agradecer la generosidad a las deidades y/o al Espíritu de la Tierra por la bendición del Sahumado.
Las hierbas, maderas y resinas más comúnes para el sahumado.
Albahaca – Para inciensos relativos al amor. También se agrega a los inciensos purificadores por sus propiedades protectoras.
Apio – Las semillas de apio quemadas junto a las raíces de lirio (azucena) favorece la expansión psíquica.
Bambú – Seco y molido, quemado sobre carbón se utiliza para romper hechizos.
Benjuí - Se quema Benjuí para purificar sólo o en mix de hierbas. Combina Benjuí, Canela y Albahaca, y quémalo para atraer clientes a tu negocio.
Canela: Cuando se la utiliza como incienso, genera altas vibraciones espirituales, favorece la curación, obtiene dinero, estimula los poderes psíquicos y produce vibraciones protectoras.
Cedro: (madera) Uno de los árboles sagrados del mundo celta. Su humo es purificador y protege de los malos sueños. Estimula la expansión psíquica. Se quema la madera (ramitas, trocitos de corteza).
Clavo: como incienso el atrae riquezas, elimina las fuerzas hostiles y negativas, produce vibraciones espirituales y purifica el espacio. Quema Clavo como incienso para impedir que los demás hablen a tus espaldas.
Comino: se quema como incienso para la protección
Copal: (resina) es muy empelado en las ceremonias chamanicas que implican una expansión de la conciencia. Estimula la adivinación.
Enebro: Se le agrega a los mix de amor. Su humo favorece la expansión psíquica.
Helecho: Su humo se utiliza para exorcismos.
Jazmín: su humo se usa en rituales para atraer dinero. Quemarlo en la habitación promueve los sueños proféticos.
Laurel: Hierba protectora y purificadora por excelencia. Se utiliza para la limpieza y consagración de los espacios sagrados y de las herramientas (junto con el romero y la salvia).
Lavanda: Quemar las flores secas proporciona alivio emocional y combate la tristeza y la depresión. Asociada a los espíritus de la naturaleza.
Mirra: (resina) asociada a la transformación y a los ritos de paso. En el antiguo Egipto se quemaba Mirra al mediodía en honor a Ra, y también se humeaba en los templos de Isis. Quemada como incienso, la Mirra purifica el espacio. Aumenta el poder de cualquier incienso al que se añada. Su humo también se utiliza para consagrar, purificar y bendecir amuletos, talismanes, y herramientas.
Muérdago: quemado despeja las energías negativas.
Pino: se queman hojas de pino para purificar y limpiar la casa durante los meses de invierno. Exorcizan el lugar de energías negativas y devuelven los hechizos lanzados contra nosotros.
Palo Santo: (corteza) vinculada a las habilidades psíquicas.
Romero: es uno de los inciensos más antiguos, tradicionalmente se utilizó para ahuyentar entidades negativas. Al quemarse es un potente purificador. También despeja el campo mental y ayuda a liberarse de los temores.
Rosa: Promueve la sanación emocional y el amor. Protege las intenciones puras.
Ruda: Se añade a los inciensos para rituales de curación y de exorcismo.
Salvia: Purificadora por excelencia. Tanto para limpiar los espacios como las herramientas. También es una ofrenda recurrente en las tradiciones chamánicas.
Compilación propia.