Sale la luna,
redonda, redonda,
como una casa,
como una ronda.
Sale la luna,
chiquita, chiquita,
igual me alumbra,
luna, lunita...
(canción infantil, fragmento)
Alguna vez leí que la Magia Lunar es la forma de magia más antigua que existe... no sabría si esto es cierto, pero sin dudas que es antigua y poderosa. Sus raíces se hallan en las observaciones que los Antiguos hicieron de los cambios que se producen durante las fases lunares. De esta manera aprendieron a sintonizar con la energía reinante en cada una de esas etapas. Y aquí la primera enseñanza importante... la magia fluye con el entorno...con la energía de la Naturaleza... hacer magia a “contraluna” suele ser más cuesta arriba que si trabajamos con la energía a favor, lo mismo que si celebramos el verano en invierno... no hay nada que nos lo impida sin embargo no tiene nada que ver con lo que está pasando naturalmente.
En la magia actual, los antiguos nombres de la Luna son una manera de conectar con su poder a través del año, porque si bien las fases se repiten en el correr de 28 días, cada Luna Llena se corresponde con un momento específico de la Rueda Anual, y cada uno de sus nombres de alguna manera nos inspira el propósito hacia el cual podemos orientar para aprovechar mejor su energía.
Los nombres de la Luna que nos han llegado hasta hoy son mayoritariamente extraídos de las tradiciones Celta y Nativo Americana, sin embargo tampoco hay nada que nos impida crear nuestros propios nombres que hagan referencia a como se ve nuestro entorno durante cada ciclo. Es así que da igual si a la Luna de Diciembre le decimos “Luna de la Fuerza Solar” o “Luna del Gato con Botas” siempre y cuando para nosotros tenga sentido... soy de la idea de que la mejor manera de hacer las cosas es la que se manifiesta en el hacer... y si en vez de prender una vela verde nos surge que tiene que ser azul...bueno...que sea azul... lo importante es hacer una anotación al respecto en algún lado...de esa manera podrás ir comprendiendo tu propio camino. Esto no significa que “vale todo” ni mucho menos, pero el mundo pagano es tan amplio que se nos permite ser flexibles en algunas cosas... a medida que la práctica se hace habitual, es más fácilmente perceptible la energía de cada fase y es más fácil fluir con ella.
En la magia actual, los antiguos nombres de la Luna son una manera de conectar con su poder a través del año, porque si bien las fases se repiten en el correr de 28 días, cada Luna Llena se corresponde con un momento específico de la Rueda Anual, y cada uno de sus nombres de alguna manera nos inspira el propósito hacia el cual podemos orientar para aprovechar mejor su energía.
Los nombres de la Luna que nos han llegado hasta hoy son mayoritariamente extraídos de las tradiciones Celta y Nativo Americana, sin embargo tampoco hay nada que nos impida crear nuestros propios nombres que hagan referencia a como se ve nuestro entorno durante cada ciclo. Es así que da igual si a la Luna de Diciembre le decimos “Luna de la Fuerza Solar” o “Luna del Gato con Botas” siempre y cuando para nosotros tenga sentido... soy de la idea de que la mejor manera de hacer las cosas es la que se manifiesta en el hacer... y si en vez de prender una vela verde nos surge que tiene que ser azul...bueno...que sea azul... lo importante es hacer una anotación al respecto en algún lado...de esa manera podrás ir comprendiendo tu propio camino. Esto no significa que “vale todo” ni mucho menos, pero el mundo pagano es tan amplio que se nos permite ser flexibles en algunas cosas... a medida que la práctica se hace habitual, es más fácilmente perceptible la energía de cada fase y es más fácil fluir con ella.
Esbats
Un Esbat es una celebración de la Luna en cualquiera de sus fases, aunque existe una preferencia por la celebración en la fase Llena, a tal punto que cada luna llena del año posee un nombre y características para el ritual a llevarse a cabo.
La Luna es el símbolo por excelencia de la Diosa y cada una de las fases representa una de sus caras: Doncella, Madre y Anciana; creciente, llena y menguante.
Antiguamente estas reuniones se realizaban en lugares ocultos, otorgándose gran importancia a la comunión con los elementos y generalmente “vestidos de cielo” (desnudos al aire libre) la cual se entiende como una manifestación de inocencia y de retorno a la naturaleza, aunque no es actualmente un requisito para llevar a cabo un ritual.
Es sabido que la fase lunar afecta a la Naturaleza entera; los wiccanos utilizamos el poder de la luna para encauzarlo a distintas áreas, a grandes rasgos podría decirse que la Luna Nueva es un tiempo de reflexión y meditación, durante el cual podemos reunir nuestras fuerzas. Durante la Luna Creciente podemos enfocarnos en los nuevos inicios; en la Luna Llena recibimos los resultados y lanzamos los pedidos con mayor fuerza y durante la Luna Menguante podemos disminuir efectos o cambiar orientaciones.
Esto no necesariamente implica que en cada luna debemos realizar un trabajo mágico, a veces simplemente celebramos la Luna Llena con un Esbat para honrar a la Diosa que siempre nos acompaña. La celebración del Esbat nos permite detener el tiempo en la frenética vida actual, otorgándonos el espacio para acercarnos a la Diosa y con nosotros mismos, recordar el antiguo arte, la meditación y el respeto a la naturaleza, como también a todos los seres vivos que son parte de nuestro mundo.
La Luna es el símbolo por excelencia de la Diosa y cada una de las fases representa una de sus caras: Doncella, Madre y Anciana; creciente, llena y menguante.
Antiguamente estas reuniones se realizaban en lugares ocultos, otorgándose gran importancia a la comunión con los elementos y generalmente “vestidos de cielo” (desnudos al aire libre) la cual se entiende como una manifestación de inocencia y de retorno a la naturaleza, aunque no es actualmente un requisito para llevar a cabo un ritual.
Es sabido que la fase lunar afecta a la Naturaleza entera; los wiccanos utilizamos el poder de la luna para encauzarlo a distintas áreas, a grandes rasgos podría decirse que la Luna Nueva es un tiempo de reflexión y meditación, durante el cual podemos reunir nuestras fuerzas. Durante la Luna Creciente podemos enfocarnos en los nuevos inicios; en la Luna Llena recibimos los resultados y lanzamos los pedidos con mayor fuerza y durante la Luna Menguante podemos disminuir efectos o cambiar orientaciones.
Esto no necesariamente implica que en cada luna debemos realizar un trabajo mágico, a veces simplemente celebramos la Luna Llena con un Esbat para honrar a la Diosa que siempre nos acompaña. La celebración del Esbat nos permite detener el tiempo en la frenética vida actual, otorgándonos el espacio para acercarnos a la Diosa y con nosotros mismos, recordar el antiguo arte, la meditación y el respeto a la naturaleza, como también a todos los seres vivos que son parte de nuestro mundo.
Lunación
LUNACIÓN: Las fases lunares se producen por la interacción entre los movimientos del sol, la luna y la tierra. En un año la luna realiza trece recorridos en torno a la tierra, es decir trece lunaciones. Cada lunación tiene una duración de 28 días aproximadamente.
Normalmente, conocemos cuatro tipos de fase lunar, que son la Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante. Pero como la Luna demora aproximadamente 28 días en repetir sus fases, ella pasa no sólo por las cuatro antes mencionadas, sino que por infinitas fases intermedias a las cuales la tradición no les ha puesto nombre. Este es el motivo de que los astrónomos, se refieran a las fases lunares en porcentaje de iluminación. De ese modo, la luna nueva es 0%, la llena es 100%, y tanto creciente como menguante son 50%.
Magia Lunar: Los ciclos lunares son de 28 días en ciclos de 7. A continuación un Breve resumen de cada una de sus fases:
LUNA NUEVA:
En esta luna se considera que se ha concluido un ciclo, ideal para rituales de término o de evaluación que nos permitan comenzar una nueva etapa o fase en nuestras vidas.Este tiempo es ideal para reflexiones y rituales para congelar situaciones que necesiten un poco más de tiempo para desarrollarse mejor.
LUNA CRECIENTE:
Está representado por el lapso que transcurre desde la luna nueva hasta llegar al primer cuarto de luna llena. Este cuarto se halla a mitad del ciclo lunar.
Esta energía nos permite trabajar en rituales de crecimiento interior. Y todo lo que implique incremento, aumento, crecimientos.
LUNA LLENA:
El lapso de la luna llena aumenta los poderes de percepción extrasensoriales y es el momento apropiado para realizar las invocaciones de la diosa lunar, los rituales de la fertilidad, las transformaciones, las conjuraciones de espíritus y los hechizos que aumentan las habilidades psíquicas y los sueños proféticos.
La luna nos recuerda aquello que se ha completado. Este es un día de poder en la realización de trabajos mágicos, los cuales tienen un efecto especial. En esta fase, es un excelente momento para cargar nuestras herramientas y amuletos con la energía lunar.
CUARTO MENGUANTE:
El lapso desde la luna llena hasta el último cuarto de la luna nueva. Este momento es propicio para realizar rituales que nos permitan dejar cosas atrás o hacer que disminuyan sus efectos en nuestras vidas.
También es propicio para realizar trabajos de limpieza de nuestras herramientas, dejándolas donde la luz de la luna pueda tocarlos, llevándose consigo las energías negativas que estas tengan, para renovarlas cuando vuelva a nacer.
Normalmente, conocemos cuatro tipos de fase lunar, que son la Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante. Pero como la Luna demora aproximadamente 28 días en repetir sus fases, ella pasa no sólo por las cuatro antes mencionadas, sino que por infinitas fases intermedias a las cuales la tradición no les ha puesto nombre. Este es el motivo de que los astrónomos, se refieran a las fases lunares en porcentaje de iluminación. De ese modo, la luna nueva es 0%, la llena es 100%, y tanto creciente como menguante son 50%.
Magia Lunar: Los ciclos lunares son de 28 días en ciclos de 7. A continuación un Breve resumen de cada una de sus fases:
LUNA NUEVA:
En esta luna se considera que se ha concluido un ciclo, ideal para rituales de término o de evaluación que nos permitan comenzar una nueva etapa o fase en nuestras vidas.Este tiempo es ideal para reflexiones y rituales para congelar situaciones que necesiten un poco más de tiempo para desarrollarse mejor.
LUNA CRECIENTE:
Está representado por el lapso que transcurre desde la luna nueva hasta llegar al primer cuarto de luna llena. Este cuarto se halla a mitad del ciclo lunar.
Esta energía nos permite trabajar en rituales de crecimiento interior. Y todo lo que implique incremento, aumento, crecimientos.
LUNA LLENA:
El lapso de la luna llena aumenta los poderes de percepción extrasensoriales y es el momento apropiado para realizar las invocaciones de la diosa lunar, los rituales de la fertilidad, las transformaciones, las conjuraciones de espíritus y los hechizos que aumentan las habilidades psíquicas y los sueños proféticos.
La luna nos recuerda aquello que se ha completado. Este es un día de poder en la realización de trabajos mágicos, los cuales tienen un efecto especial. En esta fase, es un excelente momento para cargar nuestras herramientas y amuletos con la energía lunar.
CUARTO MENGUANTE:
El lapso desde la luna llena hasta el último cuarto de la luna nueva. Este momento es propicio para realizar rituales que nos permitan dejar cosas atrás o hacer que disminuyan sus efectos en nuestras vidas.
También es propicio para realizar trabajos de limpieza de nuestras herramientas, dejándolas donde la luz de la luna pueda tocarlos, llevándose consigo las energías negativas que estas tengan, para renovarlas cuando vuelva a nacer.
Recuerden que las celebraciones de los Esbats se pueden realizar indistintamente el mismo día de calendario de luna llena, el día previo y el día inmediatamente posterior.
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