Wicca, tanto se dice, tanto se ha dicho, tanto, tanto se dirá, pero ¿qué es?... ¿es algo? ¿o es tanto que peligra no ser nada?
Me explico, descartando la inocencia de una tradición antigua, a sabiendas de que es un invento del siglo 20, lo acepto, lo asumo, lo respeto, lo tomo, lo asimilo, lo hago mío pero hoy… resulta que hoy las cosas son diferentes. De pronto la equivocada soy yo… es muy posible, me quedé en un lugar y rechazo hacia dónde ha evolucionado mi wicca. No me gusta que ahora pueda ser cristiana, que involucre ángeles ni que sea sinónimo de magia blanca… no, no me gusta… lo combato, no lo acepto;¿por qué?… porque sin defensores las cosas van para donde dicte el mercado de la espiritualidad y me niego, me niego rotundamente a ser objeto de un plan de marketing consciente o inconsciente… seré cerrada, seré anticuada, pero mi wicca no es esta wicca lavada y perfumada para el cómodo y desmotivado que solamente quiere un lugar de contención, una terapia grupal o un “espacio de luz”... Nada de eso, nada de luces brillantes y blancas, nada de templos o de cursos para la iniciación, nada de iniciaciones de primer, quinto o décimo grado, prefiero la ganancia exponencial del aprendizaje honesto y consciente. No más mentiras, no más alimento para el mercado editorial, no más tonterías repetidas una y cien veces en internet. No más diversificaciones que buscan nichos de mercado en una población desesperada por encontrar lo espiritual en la vida. No más gurúes de medio pelo que toman a la ligera los aprendizajes y creen que un papel impreso a 4 tintas en la pared significa algo. No más parafernalia, vestuarios y herramientas a la venta. Soy de la vieja escuela, aquella para la que wicca y brujería son la misma palabra, aquella que no necesita ser legitimada por ninguna publicación contrato o diploma, la que se vive y se respira en cada celebración, en cada luna, en cada hoja, en cada pedacito de tierra, en cada bocanda de aire. No soy sacerdotisa de nadie más que de mi propio círculo, no soy egresada en artes mágicas, más que aquellas que he tenido el coraje de practicar en la noche cerrada enfrentando mi propia oscuridad, no soy pura luz, no soy “bruja blanca”, no soy lo que quieren que sea. Mi sabiduría es real, la he adquirido con el tiempo, más por vieja que por bruja. De todos los caminos elegí este porque me late en la sangre la necesidad de conocer el mundo desde este lugar. No practico lo mismo que mis ancestros, aunque de ellos heredé mi manera de percibir. No conviví con maestros de las artes, pero en mi camino he encontrado maestros en muchas áreas, de los que he aprendido, por asimilación o por oposición. He tenido encuentros y desencuentros, he tenido conversaciones y discusiones. Y solamente después de pasar todo por la procesadora de la razón es que escribo estas líneas… más que líneas, mi manifiesto. Fay De los Colores Manifesto Wicca Uruguay por Fay D se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Basada en una obra en http://wiccaenuruguay.weebly.com/.
0 Comentarios
|
AutorEscribe algo sobre ti mismo. No hay que ser elegante, sólo haz un resumen. ArchivosCategorías |