Meditación con el Dragón de la Tierra
Hazte con un dibujo o una fotografía de la Tierra vista desde el espacio; será incluso mejor si es una serie. Lo siguiente que deberás buscar es la imagen de un dragón; uno que te parezca poderoso, pero también atractivo. Sería interesante que las dos imágenes, la de la Tierra y la del dragón, fueran del mismo tamaño o aproximado. Sitúa la del dragón encima de la otra y esta última colócala en algún lugar visible de tu casa. Dedica unos minutos todos los días a mirarla. Al hacerlo, trata de imaginarte al dragón fundiéndose con el planeta.
Cuando ya seas capaz de hacerlo, intenta visualizar al dragón desenroscándose y volando, alrededor de la Tierra. Practica con estas visualizaciones, sin intentar hacer magia con ellas, hasta que realmente sientas que puedes ver al dragón con los ojos de tu mente. Llegado este punto, lo más probable es que te des cuenta de que el dragón que ves mentalmente no es el mismo que el del dibujo, pero esto es normal. A la mayoría nos ocurre que el Dragón de la Tierra se transforma en algo muy real después de visualizarlo repetidamente y que, por tanto, acaba cobrando vida propia. Como con los demás ejercicios, toma apuntes después de cada sesión acerca de lo que piensas y sientes.
SANAR EL PLANETA CON EL DRAGÓN DE LA TIERRA.
Esta magia explica por qué muchos practican la brujería, pues con ella pueden preservar a las especies en peligro de extinción, los bosques, evitar que mueran animales en nuestras carretas, etc. Casi todos sus hechizos están destinados a curar el planeta y la vida que en él mora.
Para otros, es un tipo de magia que realizan en aquellas ocasiones que consideran de especial necesidad, por ejemplo, cuando hay un vertido de petróleo u otro desastre ecológico.
Te recomiendo que despiertes al Dragón de la Tierra si lo que pretendes es dirigir un hechizo hacia un área geográfica concreta.
Documéntate acerca de una cuestión tan exhaustivamente como puedas. Mira y escucha las noticias de la televisión y de la radio, y lee los artículos que se cuelguen en Internet hasta que sepas exactamente en qué consiste todo. Trata de ser consciente de las causas, por ejemplo: ¿están talando los árboles de una selva tropical para satisfacer las necesidades de las personas de los pueblos y ciudades cercanas que viven en unas condiciones paupérrimas, o sólo lo hacen por los intereses económicos de la industria? Cuando estés segura de que tu propósito mágico es coherente, pon en marcha el hechizo la siguiente luna llena.
Si crees que lo necesitarás, puede llevarte el dibujo o dibujos que hiciste del Dragón de la Tierra al lugar donde vayas a trabajar. Traza el Círculo de la manera habitual. Acumula energía con la técnica que te parezca más útil. Canaliza ahora ese poder para visualizar y despierta al dragón. Llámalo hasta que lo veas levantándose, desplegando sus grandes alas y estirando la cola tras de sí para alzar el vuelo. Obsérvalo hasta que lo veas dar tres vueltas al planeta. Ahora canaliza la energía hacia la región que necesita ayuda y, tras explicarle al dragón la naturaleza del problema, dirígelo hacia allí. Visualízalo volando en picado a la zona, mira cómo entra en ella, penetrando hasta las profundidades de la Tierra. Imagina que solventa el problema y que le devuelve al lugar toda la vida, la salud y la riqueza que poseía anteriormente. Cuando estés segura de que el dragón ha terminado su tarea, dale las gracias y déjalo que vuelva a descansar. Completa el ritual como siempre y toma nota de la experiencia.
Por desgracia, muy pocos contamos con la energía suficiente como para lograr sanar la Tierra nosotros solos, pero cuando se reúnen muchas brujas para practicar esta técnica mágica, consiguen ayudar al planeta en cierta medida. Algunas opinan que en cada ritual de luna llena deberían llevarse a cabo tres hechizos: el primero para uno mismo, el segundo para otra persona y el tercero para el planeta.
Extraído de “El Verdadero Arte de las Brujas” - Kate West
Cuando ya seas capaz de hacerlo, intenta visualizar al dragón desenroscándose y volando, alrededor de la Tierra. Practica con estas visualizaciones, sin intentar hacer magia con ellas, hasta que realmente sientas que puedes ver al dragón con los ojos de tu mente. Llegado este punto, lo más probable es que te des cuenta de que el dragón que ves mentalmente no es el mismo que el del dibujo, pero esto es normal. A la mayoría nos ocurre que el Dragón de la Tierra se transforma en algo muy real después de visualizarlo repetidamente y que, por tanto, acaba cobrando vida propia. Como con los demás ejercicios, toma apuntes después de cada sesión acerca de lo que piensas y sientes.
SANAR EL PLANETA CON EL DRAGÓN DE LA TIERRA.
Esta magia explica por qué muchos practican la brujería, pues con ella pueden preservar a las especies en peligro de extinción, los bosques, evitar que mueran animales en nuestras carretas, etc. Casi todos sus hechizos están destinados a curar el planeta y la vida que en él mora.
Para otros, es un tipo de magia que realizan en aquellas ocasiones que consideran de especial necesidad, por ejemplo, cuando hay un vertido de petróleo u otro desastre ecológico.
Te recomiendo que despiertes al Dragón de la Tierra si lo que pretendes es dirigir un hechizo hacia un área geográfica concreta.
Documéntate acerca de una cuestión tan exhaustivamente como puedas. Mira y escucha las noticias de la televisión y de la radio, y lee los artículos que se cuelguen en Internet hasta que sepas exactamente en qué consiste todo. Trata de ser consciente de las causas, por ejemplo: ¿están talando los árboles de una selva tropical para satisfacer las necesidades de las personas de los pueblos y ciudades cercanas que viven en unas condiciones paupérrimas, o sólo lo hacen por los intereses económicos de la industria? Cuando estés segura de que tu propósito mágico es coherente, pon en marcha el hechizo la siguiente luna llena.
Si crees que lo necesitarás, puede llevarte el dibujo o dibujos que hiciste del Dragón de la Tierra al lugar donde vayas a trabajar. Traza el Círculo de la manera habitual. Acumula energía con la técnica que te parezca más útil. Canaliza ahora ese poder para visualizar y despierta al dragón. Llámalo hasta que lo veas levantándose, desplegando sus grandes alas y estirando la cola tras de sí para alzar el vuelo. Obsérvalo hasta que lo veas dar tres vueltas al planeta. Ahora canaliza la energía hacia la región que necesita ayuda y, tras explicarle al dragón la naturaleza del problema, dirígelo hacia allí. Visualízalo volando en picado a la zona, mira cómo entra en ella, penetrando hasta las profundidades de la Tierra. Imagina que solventa el problema y que le devuelve al lugar toda la vida, la salud y la riqueza que poseía anteriormente. Cuando estés segura de que el dragón ha terminado su tarea, dale las gracias y déjalo que vuelva a descansar. Completa el ritual como siempre y toma nota de la experiencia.
Por desgracia, muy pocos contamos con la energía suficiente como para lograr sanar la Tierra nosotros solos, pero cuando se reúnen muchas brujas para practicar esta técnica mágica, consiguen ayudar al planeta en cierta medida. Algunas opinan que en cada ritual de luna llena deberían llevarse a cabo tres hechizos: el primero para uno mismo, el segundo para otra persona y el tercero para el planeta.
Extraído de “El Verdadero Arte de las Brujas” - Kate West