*HERBOLARIA*
“La naturaleza nos ha provisto de una verdadera
despensa mágica con las plantas que cubren nuestro planeta. Desde
tiempos inmemoriales las plantas han
sido utilizadas en la magia, y su función de producir cambios mediante
fuerzas naturales es muy poco comprendida.. En la antigüedad las plantas
eran dioses, espíritus y magos que vivían dentro de los robles y
susurraban desde las flores. Nuestros ancestros descubrieron las fuerzas
que estaban presentes en las plantas y la utilizaron para mejorar sus
vidas.”
Scott Cunningham
Para las personas que transitan senderos espirituales centrados en la Tierra, la propia Tierra es el lugar de veneración; para nosotros, todos los objetos y seres poseen un espíritu, cada árbol y cada piedra.
Para quienes mantienen una relación con la Tierra, ésta y cada par te de ella es una manifestación de lo sagrado, una manifestación de los Dioses. Mantener este tipo de relación con el mundo natural tiende a crear comportamientos sostenibles desde el punto de vista ecológico. En las sociedades industrializadas, muchas personas han olvidado esta manera de sentir, y la Tierra y los elementos que la componen se han convertido solamente en recursos u objetos de estudio. Esta depreciación del valor de la vida ha comenzado a tener graves efectos en nuestra Tierra y nuestras vidas.
La cosmología de muchas culturas preindustriales da lugar a la experiencia del poder sagrado, este sentido de la manifestación de lo sagrado en determinadas zonas normalmente hacía que las tribus preindustriales establecieran ciertos lugares como zonas sagradas, protegidas de la intervención humana por tabúes. Estas zonas se mantienen sin perturbar y constituyen un santuario para quienes sienten la necesidad de buscar un contacto más cercano con lo sagrado. El resultado de esto desde el punto de vista ecológico es la existencia ininterrumpida de grandes zonas silvestres que contienen grados excepcionales de diversidad.
Un estudio de grandes zonas silvestres realizado por el Sierra Club en 1989 observó que más de la tercera parte de la superficie terrestre, un área de más de 4.800 millones de hectáreas, seguía estando bajo el control de fuerzas naturales, no de fuerzas humanas. En el estudio se indicó que los ecosistemas más saludables que aún quedaban siempre coincidían con los territorios aborígenes.
Hay una relación básica entre la salud de la Tierra y la experiencia de lo sagrado. A medida que la conexión con lo sagrado se vuelva más tenue, habrá cada vez menos zonas de la Tierra que se mantengan vivas, silvestres y sagradas. Así pues, esta desacralización del mundo es un fenómeno moderno...
Lo sagrado se expresa en el mundo vegetal de formas antiguas y bien definidas. Para los pueblos centrados en la Tierra esto siempre ha representado una forma de convertirse en una persona sabia, de encontrar el conocimiento del Gran Espíritu... las plantas son consideradas en estos pueblos como "medicina"; son plantas medicina aquellas que se utilizan para sanar... no solamente a nivel físico sino espiritual. Actualmente muchos remedios de laboratorio tienen como base sustancias naturales producidas por plantas, sin embargo estas plantas son mucho más que una farmacia en la naturaleza... ellas en sí mimas son sanadoras. Los etnobotánicos que han estudiado el uso de las plantas por los indígenas han señalado a menudo que en distintas partes del mundo hay una asombrosa similitud entre las formas en que las culturas aborígenes usan las plantas como medicamentos. No solo eso, sino que distintas culturas del mundo han llegado a identificar ciertas cualidades espirituales en las mismas plantas. Por ejemplo, en todas las culturas donde se conoce el cedro, se reconoce que este árbol posee cualidades espirituales benéficas y la capacidad de contrarrestar fuerzas negativas.
Para quienes mantienen una relación con la Tierra, ésta y cada par te de ella es una manifestación de lo sagrado, una manifestación de los Dioses. Mantener este tipo de relación con el mundo natural tiende a crear comportamientos sostenibles desde el punto de vista ecológico. En las sociedades industrializadas, muchas personas han olvidado esta manera de sentir, y la Tierra y los elementos que la componen se han convertido solamente en recursos u objetos de estudio. Esta depreciación del valor de la vida ha comenzado a tener graves efectos en nuestra Tierra y nuestras vidas.
La cosmología de muchas culturas preindustriales da lugar a la experiencia del poder sagrado, este sentido de la manifestación de lo sagrado en determinadas zonas normalmente hacía que las tribus preindustriales establecieran ciertos lugares como zonas sagradas, protegidas de la intervención humana por tabúes. Estas zonas se mantienen sin perturbar y constituyen un santuario para quienes sienten la necesidad de buscar un contacto más cercano con lo sagrado. El resultado de esto desde el punto de vista ecológico es la existencia ininterrumpida de grandes zonas silvestres que contienen grados excepcionales de diversidad.
Un estudio de grandes zonas silvestres realizado por el Sierra Club en 1989 observó que más de la tercera parte de la superficie terrestre, un área de más de 4.800 millones de hectáreas, seguía estando bajo el control de fuerzas naturales, no de fuerzas humanas. En el estudio se indicó que los ecosistemas más saludables que aún quedaban siempre coincidían con los territorios aborígenes.
Hay una relación básica entre la salud de la Tierra y la experiencia de lo sagrado. A medida que la conexión con lo sagrado se vuelva más tenue, habrá cada vez menos zonas de la Tierra que se mantengan vivas, silvestres y sagradas. Así pues, esta desacralización del mundo es un fenómeno moderno...
Lo sagrado se expresa en el mundo vegetal de formas antiguas y bien definidas. Para los pueblos centrados en la Tierra esto siempre ha representado una forma de convertirse en una persona sabia, de encontrar el conocimiento del Gran Espíritu... las plantas son consideradas en estos pueblos como "medicina"; son plantas medicina aquellas que se utilizan para sanar... no solamente a nivel físico sino espiritual. Actualmente muchos remedios de laboratorio tienen como base sustancias naturales producidas por plantas, sin embargo estas plantas son mucho más que una farmacia en la naturaleza... ellas en sí mimas son sanadoras. Los etnobotánicos que han estudiado el uso de las plantas por los indígenas han señalado a menudo que en distintas partes del mundo hay una asombrosa similitud entre las formas en que las culturas aborígenes usan las plantas como medicamentos. No solo eso, sino que distintas culturas del mundo han llegado a identificar ciertas cualidades espirituales en las mismas plantas. Por ejemplo, en todas las culturas donde se conoce el cedro, se reconoce que este árbol posee cualidades espirituales benéficas y la capacidad de contrarrestar fuerzas negativas.
En los últimos doscientos años, a medida que más y más
culturas aborígenes han quedado arrasadas y desplazadas, se
han perdido los conocimientos que habían acumulado sobre el
mundo de las plantas. En unos pocos casos, debido al temor de
que esto sucediera, los que poseían conocimientos profundos de
lo sagrado empezaron a describir en detalle sus experiencias a
etnobotánicos y etnomusicólogos como Frances Densmore. Lo
hacían con la esperanza de que sus conocimientos se
conservaran para sus descendientes y para todas las personas
que aman el carácter sagrado de la Tierra.
A través de la historia en todo lo ancho del mundo las hierbas han ocupado un lugar importante en las prácticas mágicas, religiosas, adivinatorias y por supuesto, también en el folclore y la superstición. Brujas, Magos, Chamanes y sanadores han desarrollado diferentes maneras de hacerse con el poder mágico de las plantas para poder utilizarlo en sus experiencias con la dimensión de la magia.
Hay autores que sostienen que en una planta doméstica las cualidades de la misma nunca se encontrarán en su máxima expresión, como sucedería en su estado silvestre, sin embargo, en mi humilde opinión, vale la pena el vinculo con la planta de jardín tanto como con la silvestre.
Un buen punto de partida es comenzar a sembrar las hierbas que usamos con más frecuencia en nuestros rituales. Si no tenemos la posibilidad de obtener semillas, podemos adquirir una plantita pequeña.
Para establecer una relación con una planta es necesario tratarla individualmente. Incorporar al cuidado diario algunas prácticas como la visualización de la energía de la planta, la percepción de su espíritu y la conexión con el mismo a través de la meditación. No hace falta invertir horas y horas en esto, pero si es importante hacerlo a diario; es probable además desarrollar más afinidad con una planta que con otra, ver que alguna es más sensible a nuestros cuidados que otra, sentirnos atraídos inexplicablemente hacia una zona del jardín por sobre otras.
Un buen punto de partida es comenzar a sembrar las hierbas que usamos con más frecuencia en nuestros rituales. Si no tenemos la posibilidad de obtener semillas, podemos adquirir una plantita pequeña.
Para establecer una relación con una planta es necesario tratarla individualmente. Incorporar al cuidado diario algunas prácticas como la visualización de la energía de la planta, la percepción de su espíritu y la conexión con el mismo a través de la meditación. No hace falta invertir horas y horas en esto, pero si es importante hacerlo a diario; es probable además desarrollar más afinidad con una planta que con otra, ver que alguna es más sensible a nuestros cuidados que otra, sentirnos atraídos inexplicablemente hacia una zona del jardín por sobre otras.