A menudo nos encontramos en la situación de que nos cuesta concentrarnos, o visualizar, o meditar, y eso se convierte en un gran obstáculo porque nos convencemos de que "yo no me puedo concentrar" o " a mí me cuesta mucho visualizar"... yo misma pasé por esa sensación durante mucho tiempo.
La solución es sumamente simple: práctica. A través de ejercicios distribuídos en la semana podremos hacer grandes avances en lo que implica control mental.
La solución es sumamente simple: práctica. A través de ejercicios distribuídos en la semana podremos hacer grandes avances en lo que implica control mental.
Ejercicio 1: Concentrarse en un objeto. (1)
Simplemente sentándose calmadamente durante tres minutos, al menos una vez al día, y dirigiendo los ojos a un objeto agradable para contemplarlo sin distracción; el proceso de integración dentro de la mente empezará automáticamente. Lo mejor es contar los tres minutos colocando una alarma para evitar la distracción de estar pendiente del tiempo. En el momento en que la mente trata de desviarse del objeto que se está mirando, se debe intentar concentrarla de nuevo en el objetivo.
Ejercicio 2: Concentrarse en una vela. (1 )
La persona se sienta sobre el piso con las piernas cruzadas y coloca una vela encendida aproximadamente a un metro de distancia. Luego mira fijamente la llama por cerca de dos minutos. Después de esto, presiona las manos sobre sus ojos cerrados. La imagen de la llama permanecerá en la mente. El individuo debe concentrarse completamente en esta imagen mental de la llama por dos minutos más. Cada vez que la imágen desaparezca debe tratar de captarla de nuevo sin abrir sus ojos. Este ejercicio resulta muy útil para entrenar la visualización.
Ejercicio 3: Espejito, espejito. (2)
Antes de proceder a la práctica, la autora recomienda centrarse y asentarse.
La persona, frente a un espejo, mira fijamente sus propios ojos. Centra su atención en el espacio que hay entre ellos. Repite su propio nombre, una y otra vez como si se tratara de un mantra. Cuando aparezcan pensamientos se los deja pasar, como si estuvieran por fuera de un@.
Se realiza por un período de entre cinco y diez minutos.
Antes de proceder a la práctica, la autora recomienda centrarse y asentarse.
La persona, frente a un espejo, mira fijamente sus propios ojos. Centra su atención en el espacio que hay entre ellos. Repite su propio nombre, una y otra vez como si se tratara de un mantra. Cuando aparezcan pensamientos se los deja pasar, como si estuvieran por fuera de un@.
Se realiza por un período de entre cinco y diez minutos.
Bibliografía utilizada:
- El libro completo de magia, hechizos y ceremonias - Migene, González Wippler; Llewellyn Español
- La Danza en Espiral - Starhawk